Habitando con memoria y sueños
"La propuesta se basó tanto en los principios de planeación que tuvo Bogotá con Le Corbusier y que concuerdan con los modelos de ciudades actuales: resilientes, sostenibles, cuidadoras, habitables y caminables. De esta manera, se brinda relevancia a las fachadas, siendo memoria de Zibo, se plantea el uso de materiales que emanan lo industrial, un reuso de infraestructura industrial: se realizan plantas abiertas en hierro para contribuir con el flujo del aire de los cerros a la ciudad y viceversa, containers para usos mixtos, los molinos de harina se diseñan de forma que sea un símbolo turístico hacia el exterior, mirador, y en su interior sea un equipamiento, brindando espacios sociales a la comunidad. En cuanto a altura, máximo 6 plantas, de forma que no obstaculice la vista a los molinos, el cielo, los cerros.
Para el alumbrado público se hace tanto un homenaje al uso industrial como una estrategia para que la sensación de seguridad sea bastante, aludiendo que las calles son para todxs. En el espacio público, se peatonaliza la calle 15, ya que por sus características, es posible, conectando el uso residencial actual con el Sena, brindando mayor espacio para la caminabilidad y dos bicicarriles, espacio accesible para todas las diversidades que la habitan. Además de un mobiliario que invita a compartir, acompañado de vegetación que contribuye con la estética, la salud de la comunidad y al cuidado del ambiente, con especies endémicas: nogal, roble, chicalá amarillo y margaritas de panatano, aportando memoria ambiental."